El tiempo cura las
heridas, pero siempre quedan cicatrices.
Dicen que, “hay que darle
tiempo al tiempo”, pero por más tiempo que se le dé, el que lo vivió nunca
olvida, siempre se acordará de ese mal momento, porque le deja una huella.
Así como hay momentos
felices imborrables en la memoria, también los momentos desagradables son más difíciles
de borrar.
Mil aciertos no son
tomados en cuenta, como el de un sólo error que se cometa en la vida, porque siempre
se acordaran de lo malo, pero no de todo lo bueno que se haga, eso jamás resarcirá
lo malo que se haya hecho.
Saludos, hasta la próxima
semana.
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