viernes, 29 de julio de 2016

El tiempo cura las heridas, pero siempre quedan cicatrices.



Dicen que, “hay que darle tiempo al tiempo”, pero por más tiempo que se le dé, el que lo vivió nunca olvida, siempre se acordará de ese mal momento, porque le deja una huella.

Así como hay momentos felices imborrables en la memoria, también los momentos desagradables son más difíciles de borrar.

Mil aciertos no son tomados en cuenta, como el de un sólo error que se cometa en la vida, porque siempre se acordaran de lo malo, pero no de todo lo bueno que se haga, eso jamás resarcirá lo malo que se haya hecho.



Saludos, hasta la próxima semana.

viernes, 22 de julio de 2016

Si lo tienes bajo control, no te preocupes;
Si pierdes el control, preocúpate.



En esta frase comento que, cuando manejamos debemos llevar el control sobre el vehículo, si lo perdemos, como por ejemplo, al tomar una curva a exceso de velocidad, indudablemente que por la fuerza centrífuga, nos saldremos de la carretera y es probable que ni tiempo se tenga de preocuparnos.

De igual manera, si somos muy temperamentales, fácilmente podemos perder el control en un enojo, como cuando nos dicen que alguien es de mecha corta y explota muy fácilmente, con cualquier pequeño detalle; entonces, sí que hay que preocuparse, porque no se sabe cuál vaya a ser su reacción.

Por eso, en cualquier circunstancia de la vida, debemos de tener el control y no perderlo fácilmente, porque después, ni aunque uno se arrepienta de lo que se diga o se haga, ya nada vuelve a ser lo mismo.


Saludos, hasta la próxima semana.

viernes, 15 de julio de 2016

La paciencia es una virtud, porque con ella consigues lo que te propongas; pero, si te impacientas entras en pánico y pierdes todo lo conseguido.



El que tiene paciencia, no se debe desesperar para realizar sus trabajos, como por ejemplo el  de pintar, el de esculpir, el de tejer; así como el que va a pescar, que espera con paciencia a que los peces piquen el anzuelo para atrapar un buen ejemplar, y si atrapa un pez chico, no se conforma, porque lo devuelve al agua.

Por eso, si no conocemos, primero debemos de aprender del negocio, después debemos de informarnos mediante un estudio de mercado, si la ubicación es la adecuada y también, todo sobre la competencia, luego arriesgarnos a dar el paso hacia adelante; y no desesperarnos, si sentimos que el agua nos llega hasta el cuello, por decir, en cuanto a lo que se ha aportado, porque si entramos en pánico perderemos todo lo invertido.



Saludos, hasta la próxima semana.

viernes, 8 de julio de 2016

No tengo prisa, pero… No me gusta ir detrás de un... lento; sin embargo, cuando lo rebaso me encuentro más adelante a otro más... ¡lento!
Por eso, el que tiene prisa es un bobo y el que va lento es un estorbo.



Continuando con la frase de la semana pasada, sobre la prisa, se me ocurrió ésta que comento arriba; y me ha sucedido que cuando manejo, voy rápido pensando en no estorbar a los demás, pero he visto que algunas personas manejan viendo los espejos laterales y retrovisores, no como medida de seguridad, tal como debe de ser, sino para ver quién viene con prisa para no dejarlo pasar y van lentamente estorbándole, como pidiéndole permiso al freno para acelerar la marcha.

Algunas mujeres, con todo respeto, usan los espejos del automóvil para irse terminando de maquillar; otros y otras, con el teléfono celular, marcando algún número o enviando mensajes, todos ellos poniéndose en riesgo y también a los demás, a tener un accidente.

Por más campañas que se difundan sobre el uso del celular cuando manejan, las personas no entienden, hasta que llegan a tener un accidente o el oficial de tránsito les impone una multa.

Debemos de hacer conciencia cuando manejamos, el respeto a los demás y el tener una buena educación vial; nadie tiene prisa, sólo las ambulancias para trasladar algún herido o a los enfermos.



Saludos, hasta la próxima semana.

viernes, 1 de julio de 2016

Voy rápido, porque sé a dónde ir;
Y si me equivoco, tengo tiempo para corregir.



En esta frase, comento que no hay que perder el tiempo, y no hay que darle tantas vueltas a los asuntos. Porque entre más piensa uno las cosas, siempre encontraremos alguna duda que nos haga desistir. Claro hay que pensar bien las cosas dos veces, para no equivocarnos.

Es de sabios reconocer cuando nos equivocamos y corregir a tiempo nuestros errores, más vale tarde que nunca; el que no hace nada, no le pasa nada. Pero, aquel que se equivoca por lo menos lo intentó y en eso, hay que reconocerle su valor.

No es lo mismo, hacer las cosas rápidamente que hacerlas de prisa, el que tiene prisa no piensa y se equivoca muy rápidamente. Dicen que la justicia debe ser rápida y expedita, eso es cierto; pero, cuantas veces no hemos visto que se tardan años con algunos casos, que le dan largas a los asuntos y no los resuelven como deben de ser.

Todos queremos respuestas inmediatas, pero hay trámites que se llevan su tiempo, eso también es cierto; pero, no más del tiempo que se deben de llevar; porque entonces deja de ser eficaz.

Muchas veces hemos visto que el gobierno se tarda en terminar alguna obra y, cuando la termina, ya quedó obsoleta y con materiales de pésima calidad. Porque no cuentan con el recurso necesario para dar un buen servicio y las compañías que las construyen no cuenta con la capacidad en mano de obra de personal capacitado y además en infraestructura, es decir, no tienen la maquinaria y los equipos para hacer un buen trabajo.

Pero también, hay que reconocer que cuando el gobierno cumple en tiempo y forma con mejorar los servicios, los ciudadanos nos sentimos tranquilos y contentos de no hacer coraje, con las carreteras llenas de baches, con la falta de agua en las viviendas, con el alumbrado público en malas condiciones, con la falta de oportunidades de trabajo, lo que genera la inseguridad, y sobre todo, deben de contar con los recursos suficientes para la educación en todos los niveles.



Saludos, hasta la próxima semana.