Al enemigo hay que tenerlo cerca, pero no tanto
que te pueda clavar una puñalada por la espalda o en el estómago.
Se dice que es mejor rodearse de amigos que de
enemigos, y esto es cierto, entre los amigos se ayudan, se protegen y tratan de
apoyarse unos a otros buscando el bien común; cuando deben dinero pagan sus
deudas, es decir son agradecidos y tienen palabra de honor.
Pero también se dice, que al enemigo hay que
tenerlo cerca, esto se refiere que es mejor no perderlos de vista, seguirles
los pasos porque en cualquier momento nos pueden traicionar.
La historia está llena de traiciones, por el
poder se traiciona, también por venganza o revancha se traiciona, traigo a colación
la frase: “te perdono pero no olvido”, eso denota que en cualquier momento “me
la vas a pagar”.
En la política de todas las culturas, ha habido grandes traiciones y complicidades, llegando en todas ellas hasta la muerte de las
personas que les estorbaban para conseguir sus propósitos, magnicidios; como quién dice, “si no están conmigo, están contra de mí”.