viernes, 2 de septiembre de 2016

Ser culto y letrado, no te hace más inteligente; la inteligencia es la habilidad en la toma de decisiones y en la estrategia para solucionar problemas, además de la discreción, la diplomacia y el conocimiento.



La persona inteligente respeta, tiene un buen trato y habla bien de los demás; si alguien no tiene nada bueno que decir, es mejor quedarse callado.

Dice el refrán “por la boca muere el pez y el hombre por la palabra”.



Saludos, hasta la próxima semana.

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