viernes, 16 de septiembre de 2016

Cuando la ley se aplica injustamente es represión; pero, cuando se aplica con justicia es autoridad.



Cuando la ley se aplica con justicia, hasta el pecador reconoce su falta y dice “cometí una falta, es justo mi castigo”, pero “hay de aquel que lo niega sabiéndose culpable, queriendo escapar de la justicia”, porque su conciencia no lo dejará descansar hasta el día de su muerte.

Pero, también hay inocentes que son culpados por un delito que no cometieron, eso es represión; la justicia debe agotar todas las instancias para demostrar la culpabilidad o la inocencia, y no condenar a un inocente.

Tantas injusticias se han perpetrado a lo largo de la historia, por intereses políticos, económicos, científicos y religiosos, que han encarcelado y asesinado, a personas inteligentes y valientes.



Saludos, hasta la próxima semana.

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