viernes, 26 de febrero de 2016

Enseña lo que sabes, porque siempre tendrás cosas nuevas que aprender; es decir, renuévate continuamente, no permanezcas en la obsolescencia.



A lo largo de mi carrera profesional, me encontré con gente con experiencia, de ellos aprendí muchas cosas y sabían cómo transmitir sus conocimientos, sobre todo mis maestros.

Pero también, conocí en el trabajo, a algunas personas muy reservadas, que tenían temor de transmitir sus conocimientos, por miedo a que la gente joven les quitara su trabajo o los desplazara, lo que bien pudiera llamarse como “celo profesional”.

Creo que, hasta con justa razón, esto ocurre en el plano profesional, no toda la gente es agradecida, porque después de que les enseñan, esperan la primera oportunidad para ascender de nivel o puesto, sin haber hecho méritos para lograrlo.

El riesgo que se corría en estos casos, es que, cuando esa gente se iba, se llevaban todo el conocimiento y la experiencia; por eso, es importante que se elaboren procedimientos e instructivos de trabajo, para plasmar en ellos dichos conocimientos y que cualquier persona pueda aplicarlos, mediante un entrenamiento y una buena capacitación.

Como, ya había dicho en otra frase, nadie es indispensable, todos somos necesarios. Pero, los procedimientos e instructivos de trabajo deben aplicarse correctamente como están escritos, para evitar errores y conseguir los resultados esperados. No deben ser platicados con pocas palabras, sino leídos paso a paso y completamente.

Porque, muchos no tienen la costumbre de leer todo el procedimiento y lo quieren todo resumido; además, es probable que también, no lean un párrafo importante o se brinquen algún paso, y se cometa una omisión con graves consecuencias o no se obtengan los resultados esperados.



Saludos, hasta la próxima semana.

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