viernes, 4 de noviembre de 2016

No busques la inspiración, que la inspiración llega a ti; no busques los problemas, que los problemas llegan a ti; busca a Dios que es la solución de todos tus problemas y la inspiración en tu vida.



Dicen que “los problemas son la sal y pimienta de la vida”, es cierto, porque son los que nos motivan a vivir y a resolverlos; pero, muchas veces sentimos que no tienen solución, y también dicen “déjaselo en manos de Dios”, porque nuestra constitución humana no puede seguir luchando contra algo o alguien que no depende de nosotros dirimir.

Cuando sentimos que estamos hartos o frustrados porque las cosas no salen como uno quiere, debemos conservar la calma y pensar antes de actuar, o decir algo, que después nos tengamos que arrepentir.

También se dice que “más vale llegar a un buen arreglo, que a un mal pleito”, eso facilita mucho las cosas y evita desgastarnos física y económicamente, más de lo necesario, ayudando en mucho a solucionar los problemas.



Saludos, hasta la próxima semana.

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