Las mujeres para elegir pareja
son como las matemáticas, frías como los números; si abren los ojos les
interesa el físico, pero si los cierran la química de las feromonas confunden
su cerebro, por eso el amor es ciego.
Dice el dicho que, “el marrano
más trompudo se lleva la mejor mazorca” y también que, “verbo, mata carita”.
Entre mujeres platicando,
una de ellas decía, "pero ¿qué le viste si no es guapo?" y la otra contestaba, “no
sé, pero me gusta”.
El amor en las mujeres
entra por la nariz y en los hombres por el estómago, es decir por el gusto de
comer.
Por eso, anteriormente las
mamás les enseñaban a sus hijas a cocinar y cuando ya sabían, les decían “si ya
sabes cocinar, ya te puedes casar”.
Saludos, hasta la próxima
semana.
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