viernes, 26 de agosto de 2016

El tiempo perdido jamás se recupera, lo que no hiciste en su momento, lo tendrás que hacer en otro tiempo; porque el que temprano comienza, temprano termina y el que llega temprano, temprano se va.



Muchas veces he escuchado decir que, “vamos a recuperar el tiempo perdido”, yo digo que lo perdido no se recupera, se encuentra; porque si alguien perdió algo y lo encuentra es el mismo objeto, pero si lo recupera no tiene la misma cantidad, tiene menos por lo que perdió.

El tiempo es lo único que no se recupera, pregúntenle a un corredor de autos Fórmula 1, si el tiempo se recupera; quizás les diría que tendría que ir a mayor velocidad, pero si no hubiera perdido el tiempo en los “pits”, hubiera llegado mucho antes y algunos, pierden hasta el primer lugar en las carreras.

“El que llega temprano, temprano se va”; eso se lo decía a mis compañeros de trabajo, cuando me iba a la hora de la salida de mi trabajo, porque algunos se quedaban un poco más tarde para compensar su hora de entrada.

Por eso, es una falacia decir “que el tiempo se recupera”, ni que estuviera enfermo, porque el que está enfermo, recupera su salud.


Saludos, hasta la próxima semana.

viernes, 19 de agosto de 2016

Las mujeres para elegir pareja son como las matemáticas, frías como los números; si abren los ojos les interesa el físico, pero si los cierran la química de las feromonas confunden su cerebro, por eso el amor es ciego.



Dice el dicho que, “el marrano más trompudo se lleva la mejor mazorca” y también que, “verbo, mata carita”.

Entre mujeres platicando, una de ellas decía, "pero ¿qué le viste si no es guapo?" y la otra contestaba, “no sé, pero me gusta”.

El amor en las mujeres entra por la nariz y en los hombres por el estómago, es decir por el gusto de comer.

Por eso, anteriormente las mamás les enseñaban a sus hijas a cocinar y cuando ya sabían, les decían “si ya sabes cocinar, ya te puedes casar”.



Saludos, hasta la próxima semana.

viernes, 12 de agosto de 2016

Es cierto que la unión hace la fuerza; pero, siempre una estructura, se destruye por la parte más débil.



En una cadena, siempre existe un eslabón más débil por dónde se pueda romper.

En una organización, la parte más débil es aquella que se corrompe.

En una estructura, la parte más débiles son las columnas que soportan el peso de un edificio.


Saludos, hasta la próxima semana.

viernes, 5 de agosto de 2016

Con la autoridad no hay dialogo ni se discute, se impone; para no perder el respeto y el mando.



Dicen que, “para saber mandar, hay que aprender a obedecer”, ese principio se aplica en los Colegios Militares y también, se debe de aplicar en los hogares, porque un buen hijo será un buen padre y una buena hija será una buena madre.

Los padres queremos ser amigos de nuestros hijos y de nuestras hijas, para que nos tengan confianza y nos cuenten sus cosas, pero los hijos no nos ven como amigos, porque a un amigo no se le manda ni se le obedece, nos ven como padres.

Ellos nos ven con autoridad y que nos deben respeto, pero si no cumplimos que esa expectativa, nos ven cómo un “Don Nadie”, alguien sin autoridad y sin carácter, como en la película “Gutiérritos”.

Qué pena cuando un burócrata que trabaja en el Gobierno no tiene autoridad y ni lo ven con respeto, porque no saben mandar y nunca aprendieron a obedecer de niños o de jóvenes. Por eso, cualquiera los quiere mangonear.

Un gobierno debe imponer su autoridad, si no corren el riesgo de caer en la anarquía; nunca deben de pedir permiso y que les hagan su trabajo. Si no saben gobernar que renuncien y pongan a otra persona con más capacidad para resolver los problemas.

Los problemas se deben de resolver con autoridad inmediatamente, porque después se hacen más grandes; si cortas una cabeza, debes de contar con otra, igual o mejor, con quien tengas que negociar, para que no surjan diez cabezas más, con quienes debas llegar a un acuerdo; y, eso sí que es un gran problema.



Saludos, hasta la próxima semana.