martes, 3 de enero de 2017

El árbol por sus frutos se conoce y el hombre por sus obras, y, sus acciones.



Un gran hombre es generoso y bondadoso, busca el bien de los demás sin esperar recompensa alguna, más que la gratitud de la persona agradecida por la ayuda, y lo bendice ante Dios.

Son loables sus obras que perduran a través del tiempo, en la memoria de quienes lo conocieron y que dan testimonio de dichas obras en los libros, que narran su vida y sus acciones, que bien merecen ser reconocidos.

Considero que es mejor ser recordado, como un ser humano que hizo el bien, bendecido por muchos; que alguien, maldecido por otros muchos, que hizo sufrir y que torturó física o psicológicamente, para hacerse del poder.

Una fruta dulce te da gusto paladear y disfrutar, pero una fruta amarga la escupes inmediatamente y te deja un mal sabor, así son las buenas y las malas acciones.

Depende de cada quién escoger y decidir cómo quiere ser recordado, pero eso sí, todos dejamos en quienes nos conocen un buen recuerdo o un mal recuerdo.


Saludos, hasta la próxima semana.

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